El Mismo Buen Hombre Bueno de Siempre.
- Aquilino Rizoma
- Oct 5, 2018
- 3 min read
Un buen hombre es, básicamente, un asco de ser humano. Porque ser hombre implica disfrutar de la impunidad de nuestra cultura de la violación, el acoso, el abuso y la violencia que un hombre puede ejercer para mantener en «cintura» o en «línea» a cualquier otra manera de expresarse de una corporalidad.

¿Qué es ser un buen hombre? Ser alguien que cumple con todas las categorías del rol social de hombre, que es lo único que hace de un hombre un hombre, no tener un pene hace de un hombre un hombre, sino cómo lo use, no escupir en el piso hace de un hombre un hombre, sino la forma en la que lo haga. Un hombre, y eso lo aprendí en la escuela de «hombrecitos» a la que fui, un hombre tiene que saber escupir. Tienes que saber direccionar el gargajo o el escupitajo, tienes que saber darle propulsión, en un juego de labios y lengua, tienes que darle distancia también, y lo practicas para después, en los recreos, competir con tus amigos hasta dónde llega el escupitajo. Gana el que lo haga llegar más lejos, mejor direccionado y el que lo haya logrado formar más denso. Porque también practicas cómo formar un buen escupitajo, y es muy parecido a como se forma un buen hombre: desperdiciando mucho tiempo en algo que no le aporta absolutamente nada a nadie.
Un hombre bueno es un asco de ser humano también. Un hombre bueno se cree distinto al buen hombre, porque cree que puede afianzar su hombría en otras cosas distintas a las del buen hombre. Entonces se hace hombre en otro tipo de tareas sociales. Lo que no acepta es que sigue siendo un asco de ser humano, porque su hombría se construye por frustración de no poder competir de manera competente en el mundo de los buenos hombres. Es decir, los hombres buenos aunque en apariencia puedan dibujarse más sensibles son hasta un punto más peligrosos, porque tienen un dominio de la bajeza humano inconmensurable. Estos son los que no competían en los recreos en la ronda de escupitajos no porque no quisieran competir, no porque vieran el desperdicio de tiempo que implica competir, no por protesta, sino porque no eran capaces de armar un escupitajo digno de ser competidor, y les avergonzaba, entonces construyen su hombría buena y bondadosa desde esa derrota social. Así crecieron, resentidos, pero no contra los buenos hombres ni contra la sociedad, sino resentidos contra las mujeres que pensaban que no les valorarían como personas por no poder ser buenos hombres. Y así se fueron estableciendo en un submundo no codificado de hombres buenos, que parecía algo diferente, que protesta contra ciertos rasgos –ciertos y no todos– de los buenos hombres, y lo hacen para enmascarar y ocultar sus violaciones, sus manipulaciones, sus mentiras, sus violencias, sus abusos, sus maltratos, sus perversiones explotadoras y todas sus pasiones tristísimas.
Ambos, el buen hombre y el hombre bueno son detentores de la injusticia social establecida desde la mentira que les antecede, ese mundo que se piensa tan aristotélicamente fundamentado en la percepción cotidiana y que es una ficción básica e insulsa.
No crean en el cambio si viene de la palabra de alguien que se reivindique como hombre, no crean en los versos de alguien que se reivindica la última agua de coco del desierto, no crean en alguien que con total tranquilidad pueda verles a los ojos y decirles: yo soy un hombre bueno. Todxs sabemos bien qué es un hombre.
#machismo #feminismo #transfeminismo #generos #lgbt #machoctomia #destruirelpatriarcado #muertealmacho #machetealmachote #niunamenos #varonesantipatriarcales #nuevasmasculinidades #masculinidad #sexualidad #BuenHombre #hombrebueno #nuevoshombresbuenos #noqueremossermasestahumanidad #susyshock #photoedit
留言